Maldita sed.

Recuerdo del primer mensaje :

Impaciente, con la palma de la mano golpeé la pared de aquel ruinoso edificio, provocando un pequeño desrrumbamiento y un hundiimento en la pared. Frustrada, grité e intenté llorar, pero las lágrimas ya no fluían de mis ojos; hundí la cabeza entre los hombros, cerrando las manos en puños, apoyándome en la pared, por un momento intentando dejar la mente en blanco, sin conseguirlo. Miles de imágenes acudían a mi cabeza, algunas alegres, otras tristes, pero estaba viva, mi corazón latía, necesitaba respirar, ya no.
Me dejé caer en el suelo, recogiéndome en un ovillo. Pero antes solté la mochila y me abracé a ella, balaceándome hacia delante y hacia atrás.

undomiel sonrio.
- por supuesto!- sentandose en el suelo, colocó al oso de peluche en su regazo mientras sacaba de la mochila algo de pan y queso y comenzaba a comer, tendiendole a la joven un poco de alimento.

Sonreí cálidamente.-No, gracias, yo no como, ¿comida?-Comenté sonriendo levemente.

undomiel se encogio de hombros y devoro la porcion que habia apartado para la mujer. cuando termino de tragar, se giro hacia ella y clavo en los ojos de la joven los suyos, de un color ambar atigrado que parecia relucir.
- y que comes??- pregunto mientras en acido regresaba a la cantimplora.

Tragué saliba, pensándome la respuesta, bastante tiempo.-Pues...yo como...más bien, bebo...sangre.-Dije bajando la mirada, avergonzada de lo que era.

undomiel asintio, y entonces saco un cuchillo y se hizo un tajo en la muñeca. la sangre comenzó a manr hasta llenar un cuenco hecho de agua helada, que undomiel le ofrecio a la chica. luego, cerro el tajo de su muñeca obligando a la sangre a coagularse.

Observé los gestos de la niña, sorprendiéndome y abriendo cada vez más los ojos.-No, no hacía falta.-Dije, tartamudeando. Cogiendo la especie de cuenco con sangre tomándolo entre las manos.-Gra-ga-cias.-Dije bebiendo su sangre, saboreándola, ya que hacía mucho tiempo que no bebía sangre.-Y pequeña espera.-Dije acercándome y mordiéndome en la muñeca.-Cicatriza más rápido, si bebes mi sangre, aparte de que te sentirás mejor.-Dje pronunciando la palabra sangre, con asco.

undomiel dejo la mirada fija en lla herida sangrante, hasta que, con infantil inocencia, uso su dominio del agua para llevarla hasta su boca. al instante, la herida habia cicatrizado.
- gracias...-musito

-De nada.-Dije retirando el brazo, cuya herida ya estaba cicatrizada.-Si alguna vez, necesitas ayuda, pídemela...-Comenté en voz baja, hechando la cabeza hacia atrás, pasándome la mano por el pelo.

Llego alli y me siento en el suelo apoyado en una pared recordando sin cesar a la chica de hace apenas un minuto.

Le sigo y veo que se sienta en el suelo.Suspiro y me acerco.
-A ver L que no pasa nada..

Veo a la chica de nuevo y suspiro.
Me cayó Sin saver que decir.

Me siento al lado suyo y le miro.
-Acabamos de conocernos, no puedes decirme eso asi porque si..¿por qué no nos vamos conociendo? ¿si?

Suspiro.
-Vale...+
Digo sin poder responder otra cosa.

-Ahora me tengo que ir..ya hablaremos.-le doy un beso en la mejilla y me voy de alli despidiendome con la mano-.

La veo irse.
-Adios!
Acto seguido salgo yo de alli.