Lollipop, Lollipop, ¡oohh! (8) (privado).

Recuerdo del primer mensaje :

Sianne caminaba con lentitud sobre uno de los puentes de uno de los muchos canales que recorrían Venecia. Por un momento se paró a contemplar las abandonadas góndolas, que descansaban sobre las aguas, en las que se reflejaba la hermosa y llena luna; subió su mirada para contemplarla, alargó un brazo como si así pudiera acariciarla, suspiró cerrando el puño de su mano, frustrada, la bajó de nuevo y con la misma mano se quito el flequillo que le tapaba un ojo, echándoselo hacia atrás con gesto impaciente.
Odiaba no poder dormir, pero era lo que había cuando las pesadillas acudían a su mente y el único remedio era ir a dar un paseo, alemejor así lograba despejarse y poder volver, más tarde a su "casa" para poder dormir.
El ligero camisón que llevaba, ondeaba en la dirección del viento, golpeándole la pierna, cosa que le molestaba, frunció el ceño.

Por una vez se sintió cómoda con una persona, lo extraño, pensó, es que me sienta tan cómoda con Aqueron, reflexiva, inmersa en sus pensamientos, no se dió cuenta de que él también sonreía.
Una pregunta le asaltó a la mente y decidió hacerla.

-Aqueron... ¿Realmente persigues toda tu vida estar en C.A.O.S? Es decir, ese es...¿tú sueño?-Le preguntó un tanto dudosa.

Alzó una ceja, al ver que no sabía que responder, o que no quería; se encogió de hombros, observando como apagaba la pequeña llama cerrando el puño de la mano.

-Pues... La verdad, no estaría mal, aunque está bastante lejos...-Dijo sonriendo de medio lado azorada.-Siempre me alejo demasiado, cuando no puedo dormir.-Comentó en voz baja.

Me acerqué a la moto, quedándose observándola, un poco reflexiva durante unos segundos, le resultaba raro de repente ir en moto, cuando vivía en un piso semi derruido.
Aceptó el casco y se lo puso, sintiéndose un poco idiota y ridícula, ya que le quedaba demasiado grande; rió suavemente.-Un poco más y payasa...-Comenté de guasa.

-A mi me lo parece.-Dijo mientras su sonrisa se ensanchaba.

Con timidez se subió a la moto detrás de él, con las piernas hacia un lado, puesto que habría sido un tanto embarazoso, o más de lo que ya le resultaba aquello, que, aparte de que se le transparentase ya demasiado la figura con el ligero camisón, que encima pudiese vislumbrar algo "más" ...
¿Qué debía hacer, no agarrarse y correr el riesgo de caerse o agarrarse y estar en una situación que a ella le resultaría muy embarazosa. Le miró a los ojos intentando expresar sus dudas.

-Muy cierto.-Suspiró y con nerviosismo e inseguridad rodeó con sus brazos su cintura.-Ay... madre...-Dijo totalmente sonrojada.

Se agarró más fuerte de su cintura, ya que se sentía un poco inestable si no se sujetaba más. Poco a poco se fue sintiendo más segura y el miedo, pasó a ser júbilo, al sentir el viento revolviendo su cabello y el viento en la cara, en su rostro se extendía la sonrisa más feliz desde hacía unos siete meses.

-¡¡¡¡Whoaa!!!!!-Exclamó con júbilo por encima del ruido de la moto.

-¡¡Muchas gracias Aqueron Partenopaeo!!-Agradeció, en voz alta para que le pudiera oír a aquel chico que se divertía en numerosas ocasiones tiñéndose el pelo.

Rió suavemente con una amplia sonrisa en el rostro y con un brazo señalé hacía la izquierda, donde había un pequeño callejón.-Es por ahí.-Dijo en voz alta.

-Ahá.-Murmuró cuando habían llegado.-Déjame aquí, es ese piso de ahí.-Dijo señalando el viejo edificio en el que se alojaba; comentó mientras comenzaba a abanzar con lentitud hasta su piso.-¡Hasta luego, Aqueron!-Se despidió de él, haciendo un gesto con la mano.

Se golpeó la frente con la mano y se quito el casco rápidamente, volviendose a acercarse a él, entregándole el casco.-Lo siento.-Sonrió y volvió a caminar hacia su piso.

Lo vió marchar y con lentitud se dió la vuelta y comenzó a caminar a paso rápido por la acera, hasta llegar al portal de su piso, abrió con llave y entró en el oscuro recibidor; subió por las escaleras hasta el tercer piso, empujó la puerta; cuando ya la había abierto, la volvió a cerrar y cansada se dejó caer en la cama, quedándose dormida.